El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan... demasiado rápido para aquellos que temen.... demasiado largo para aquellos que sufren.... demasiado corto para aquellos que celebran... pero para aquellos que aman, el tiempo es eterno.
Henry Van Dyke
Realmente estaba desesperado cuando hice esto, no tenia como sacar mi cólera, agarre un lápiz y empecé a rayonear por toda la hoja de manera agresiva, presioné tanto el lápiz que de hecho se rompió, enseguida agarre otro y seguí rayonenando, cuando paré descansé, me controlé y sonreí, ya solametne agregué el texto también de manera desenfadada con el último gramo que me quedaba de furia y salió esto.
"El tiempo pasa"
En esta ilustración el tema era el tiempo, explotarlo de la manera que se quisiera, el tiempo como elemento natural, o el tiempo por medio de un reloj como protagonista, yo en este caso usé el tiempo que pasa por la gente, el tiempo que se te viene encima si no es bien aprovechado, y que al final, te podrás quedar solo o no, yo me orillé mas por la gente que queda sola cuando pasa el tiempo y es un viejo, así que lo representé en un desierto sin nadie mas que él, dejando el tiempo colgando, “ya no le queda tiempo”.
ilustración realizada en clase, hecho en manta con chapopote
sin título
Esta ilustracion solo nació de un día que estaba pensando en como hacer un rostro que no tuviera la típica cara redonda, y aunque esta es mas común me gustó como quedó el color, las texturas, formas etc.
Y por último otro tipo medio extraño, fué el primero que hice hace mucho tiempo, así que le llame "Udo", como me dice mi familia y algunos amigos. Nunca le quice meter color, me gustó así como es, de aquí partieron la mayoria de mis personajes con características similares.
Walkuski nace en Bialystok, Polonia en 1956. En 1976 ingresa en la "academia de bellas artes en Varsovia". Sus profesores principales fueron: en la pintura, Teresa Pagowska, y en la parte del diseño, Maciej Urbaniec. Ya en 1981 comenzó a colaborar con varias casas editoras, en teatros e industrias cinematográficas como Polifilm. Desde 1987 ha estado trabajando como freelance. Ha publicado aproximadamente 200 carteles. Su gran talento inconfundible e inagotable le han llevado a hacer pinturas, carteles artísticos, e ilustraciones.
Ha obtenido inumerables premios importantes, como el "Hollywood Reporter Key Art Awards" en Los Angeles, en 1988 obtiene el primer lugar y el segundo en 1990. El "International Movie Festival" celebrado en Chicago, obteniendo el primer lugar en 1986, y en el 83 y 88 segundo lugar. La "Biennial of Polish Poster, Katowice (Poland)", en1995 premio a la mejor asosiacion de artistas polacos y 1997 obtiene el Grand Prix, y obtiene el segundo lugar en el 2001.
Como estos han sido muchos premios, es por eso que lo considero uno de los mejores cartelistas polacos. Pero no solo es cuestión de premios, basta con fijarnos en sus carteles y observar el perfecto dominio del oficio, es un excelente pintor. Generalmente los carteles de Walkuski son un tanto dramáticos, desgarradores, provocan esa sensación de pensar si en realidad existe lo que está creando, ya que el realismo es sorprendente, son imágenes muy impactantes y aunque como todos los polacos parece descuidar un poco la tipografía, es eso precisamente lo que los identifica, hace aun mas rico estos carteles, la plasticidad y el tratamiento con la que han sido ejecutados es riquísima. Habitualmente sus imágenes están colocadas al centro, ocupando casi en su totalidad el formato del cartel.
Espero que tanto como a mí, les guste este tipo de gráfica, y les sirva de inspiración.
En la mayoría de su gráfica se puede notar un ambiente denso, ya que sus carteles me hacen recordar un poco a aquellas pinturas realizadas durante el oscurantismo, éstas, que en su mayoría hacían uso de colores como los ocres, los rojos quemados, y cafés, y el uso excesivo de los negros, dándole un toque un tanto lúgubre a las pinturas.
En este caso, Walkuski también recurre a estos colores, omitiendo, pero no del todo los ocres, pero si haciendo uso muy seguido de los negros, y los rojos. Como ya mencioné sus imágenes son muy realistas, asimismo después de observar su gran dominio del oficio, es notoria la gran capacidad de observación de Wieslaw, ya que no discrimina ningún detalle, y se ve la gran meticulosidad con la que están creadas.
Un punto importante que hace resaltar su gráfica, y que por esta razón llegan a ser impactantes, es la manera en que adiciona o metaforiza, todo esto llevado al mundo humano, es evidente la recurrencia de este, específicamente los rostros, que los hace tan desgarradores y esa manera de expresión tan abatidos y tristes, incluso la gran pasión del trovador, el que toca con el corazón, a pesar de no estar completo el rostro, se le puede apreciar muy ecuánime, lejos de sentir pasión o alegría. Pero es esta la magia de Wieslaw la que nos hace recordar estos maravillosos carteles, asimismo nos hace pensar y analizar sobre la maravillosa y extraordinaria profesión que tenemos nosotros los diseñadores, lejos de saber usar un pincel, o aplicar esa desesperante acuarela, o dominar los óleos, es el gran concepto que existe detrás de toda esta magia, y entonces recordé una frase de un grupo extraordinario francés llamado Grapus, quienes decían: “el trabajo viene directo del corazón, es decir, debe de existir un profundo compromiso con el diseño”.
