Los que estan de chismosos

domingo, 19 de junio de 2011

El más grande de los señores, y el más fuerte de los hombres.




Cuando era niño me preguntaba cuándo podría manejar un auto, o cuándo podría llevar a mi familia de viaje como él lo hizo durante mucho tiempo. Veía a papá haciéndolo y pensaba que eran actividades imposibles para mí. Me enorgullecía pensar que él era el más grande de todos por conducir un auto o llevarnos de viaje, aunque sabía que a mí alrededor habían otros más que hacían lo mismo. El tiempo pasó, cambiaron muchas cosas, aprendí a manejar por ejemplo, pero otras no cambiaron, ya que mi papá sí sigue siendo el más grande. Papá te hace reflexionar aunque nunca te diga cómo, aprendes a decir las cosas más acertadas sin que te diga qué, te enseña a explicarte sin decirte así, eso para mí es un líder, el quien te enseña y da ejemplos de vida sin decirte nada, solo con su actitud, y con paciencia. A pesar de ser una persona joven aún, papá siempre te envuelve con su peculiar y basto lenguaje y te cuenta exquisitas historias de su vida, como si el mundo hubiera sido suyo desde el principio de los tiempos. Jamás te cansas de escucharlo, te pones cómodo y empiezas a soñar. Papá es de esos tipos que quieres que la demás gente vea lo experimentado que es, lo que te puede enseñar y lo que puedes aprender de él. Nunca me agoto de admirarlo, de pensarlo, papá es una figura. “El chaparrito”, como todos le decimos a veces, es el más grande de los señores, y el más fuerte de los hombres. El es, el guía de vida por excelencia. A mi padre, que vive siempre en mí y me recuerda todos los días quién soy.